viernes, 10 de agosto de 2018

Enfermedades en Peces Producidos por Hongos

Enfermedades en Peces Producidos por Hongos 


Los hongos presentan estructuras muy variables pueden ser unicelulares como las levaduras o bien estar constituidos por varias células que al unirse forman largos filamentos llamados hifas los cuales pueden ser septados o aseptados y en conjunto formar un micelio. Los hongos pueden ser saprofitos cuando se alimentan de materia orgánica muerta o parásitos que se encuentren en organismos vivos De donde toan su propio alimento.
La reproducción de los hongos puede ser sexual o asexual esta última también se conoce como reproducción somática o vegetativa. Las esporas de los hongos (zoosporas) son resistentes al calor desecación desinfectantes y a los diversos mecanismos de defensa del huésped.
Son pocos los géneros y especies de hongos que se conocen como causantes de enfermedades en peces  sin embargo ciertas enfermedades se manifiestan por la presencia de estos en la parte externa del pez los cuales generalmente son considerados como saprofitos facultativos.
Para obtener un diagnóstico de enfermedades micóticas es importante identificar el agente causal. Para clasificar el hogo es necesario tomar en cuenta tanto el ciclo de vida, como la morfología de hifas y esporas.
Son organismos ampliamente distribuidos (ubicuos). Según estimaciones de Rippon, existen alrededor de 200 especies patógenas, de las cuales unas 60 se asocian de forma consistente a infecciones humanas. No dependen de la luz y pueden crecer en cualquier dirección, incluso dentro del substrato (un pensamiento desagradable, si se contempla que el substrato puede ser una cavidad o un órgano humano). Tienen gran cantidad de hábitats, la mayoría terrestres, característica importante porque con frecuencia intervienen en la mineralización del carbono orgánico. Son avasculares, eucariotas, unicelulares (levaduras) y multicelulares (micelios o filamentos). Son heterótrofos, lo que implica que requieren de material orgánico preformado y carecen de clorofila, en contraposición con los organismos autótrofos, que sintetizan los nutrientes por fotosíntesis. Un dato curioso es que digieren la materia orgánica antes de ingerirla y la almacenan en forma de glucógeno con la ayuda de exoenzimas.
Si bien existen más de 35 especies de hongos acuáticos, cuando nos referimos a enfermedades solemos hacer mención a uno o dos Géneros como causantes de enfermedades. En realidad para el acuarista no es muy importante saber cómo se denomina científicamente el organismo que está atacando a sus peces. Más bien le interesa cómo resolver el problema. Así que, para no agregar más nombres a los ya bastante complicados en uso, diremos que los más comunes son Saprolegnia y Achyla.

Las micosis de los peces constituyen uno de los aspectos más confusos y menos explorado de la ictiopatología, las cuales producen grandes pérdidas económicas en acuicultura, menores sólo a las pérdidas producidas por bacterias (Meyer, 1991). Las micosis no sólo afectan a la industria de la pesca y acuicultura, en la disminución de la cantidad del producto, sino también por la mala calidad de los individuos infectados, que no son aptos para los tratamientos de conservación (Kinkelin, 1985).
El relativo retraso en el desarrollo de la micología de peces responde a una serie de consideraciones de orden taxonómico. Solo después de 1970 se dispuso de investigaciones continuadas, que permitieron contar con material especializado para la clasificación de estos microorganismos (Kinkelin, 1985). Además, por lo general, los productores de peces se interesan en resolver inmediatamente problemas de tipo práctico, por ejemplo: casos en los cuales ha habido una alta mortalidad de peces atribuibles a disminución de la cantidad del producto, sino un hongo en particular, el énfasis principal es eliminarlo rápidamente controlando el brote, sin interesarse en investigar el agente causal y su relación con las especies afectadas (Hughes, 1994).

Adicionalmente a la dificultad para clasificar estos organismos, el control de la infección micótica es también un problema y una vez más hace necesaria una clara identificación para establecer un apropiado tratamiento (Srivastava, 1987; Tampieri, 1998). Existe una gran variedad de hongos y otros organismos relacionados, con una posición taxonómica incierta, que actúan como agentes patógenos en peces (Alderman, 1982). Un grupo de estos organismos son el llamado grupo DRIP (Dermocystidium, rossete agent, Ichthyophonus y Psorospermium) (Mendoza y col., 2002), además de géneros como: Exophiala, Ochroconis, Aspergillus, Phoma, Achlya, Aphanomyces, Saprolegnia, entre otros. Este último género tiene una gran importancia por su alta frecuencia como agente de enfermedad en pisciculturas de salmonídeos (Mueller y Whisler, 1994; Paxton y Willoughby, 2000).

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SAPROLEGNIASIS

Es una enfermedad  de los peces de agua dulce que afecta tanto a las poblaciones naturales como a los peces de cultivo. Que es producido por especies del genero SAPROLEGNIA  y pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo incluyendo branquias aletas y boca.
Patogenicidad y epizootiologia
Estos hongos con mayor frecuencia se reportan como causantes de enfermedades de la tilapia pero también en común en peces de acuario, se encuentran las especies saprolegnia parasítica, saprolegnia mixta, saprolegnia thrueti,  y que aunque casi siempre se reportan como invasores secundarios cuando los mecanismos de defensa de los peces se ven afectados por otras enfermedades o por lesiones físicas la acción letal de otras mucosidades presentes en la superficie de la piel de los peces desaparece y las esporas del hongo pueden germinar y penetrar fácilmente sobre dicha piel y formando adentro un revestimiento algodonoso que da aparencia de pelusa, la cual generalmente es de color grisáceo que bajo ciertas circunstancias puede llegar a causar la muerte.
Tal parece que las lesiones causadas por las bacterias AEROMONAS y FLEXIBACTER son el sitio ideal para el inicio de infecciones por este hongo las zoosporas se liberan y quedan en contacto con tejidos muertos o lesionados, una vez que la hifa se establece invade los tejidos sanos. El ciclo de la zoospora puede ocurrir en 48 horas sin importar la época del año( en el caso del medio natural)
Cuadro clínico
Las lesiones se presentan como manchas blancas o blanco-grisáceas sobre la piel las cuales debido al micelio tienen un aspecto algodonoso. En ocasiones estas manchas se observan de color café o marrón debido al barro o arcilla que se adhiere al micelio. Aunque este tipo de infección predomina en la piel y las branquias el hongo también puede invadir músculos y en  ocasiones órganos internos. Generalmente, la vía de entrada son las heridas en la piel y cuando la infección involucra a órganos internos  la vía es intestinal
Diagnostico
Para el correcto diagnóstico de la enfermedad se debe localizar los filamentos en el pez y después se confirman al observar microscópicamente el material extraído de las lesiones las hifas son largas, continuas, sin septos y forman esporangios en las celular terminales
Tratamiento
·         Verde de malaquita. Por 3 dias
·         NaCl
·         yodo al 1% dejando caer una gota sobre el hongo 2 veces al día.


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ICTIOSPORIDIOSIS (Ychthyosporidium hoferi)
Ychthyosporidium hoferi es un hongo interno descubierto por Hofer en 1893. Se lo denominó hoferi en homenaje a quien lo descubrió. Posteriormente recibió la denominación de Ichthyosporidium hoferi (ichthyo=pex + osporidium=oospora). (Petracini, 2006).
Puede ser cultivado “in vitro” en agar sabouraud dextrosa, o agar glicerina peptona, adicionados ambos de 1% de suero de bovino. su temperatura optima de crecimiento es de 10C° con un rango de 4 a 29C°.
El llamado también papel de lija, ataca a la zona caudal. Forma zonas con puntos negros debido a la necrosis de la piel. Se trata de un hongo de la familia de los ficomicetos, de tamaño microscópico, llamado Ychthyosporidium hoferi (Aberiak, 2006).
Patogenia
Inicialmente se pensó que el origen de la enfermedad era la infección por un protozoo del grupo de los microsporidios, si bien en la actualidad, se sabe con seguridad que se trata de una infección causada por el hongo: Icththyosporidium hoferi (antiguo Icththyophonus hoferi) (Pecesdiscos, 2006). Esta enfermedad se conoce vulgarmente con el nombre de “enfermedad del papel de lija”, debido al aspecto que presenta la piel cuando queda recubierta de los pequeñísimos granitos de color negro que caracterizan a esta patología y que corresponden a zonas necrotizadas de la dermis. Estos pequeños granitos dan un aspereza a la piel muy particular, y que conforme avance la enfermedad, pueden aparecer descamaciones y llagas que se abren dando lugar a hemorragias (Pemau, 2006).
Sintomatología
Esta enfermedad se conoce vulgarmente con el nombre de “enfermedad del papel de lija”, debido al aspecto que presenta la piel cuando queda recubierta de los pequeñísimos granitos de color negro que caracterizan a esta patología y que corresponden a zonas necrotizadas de la dermis. Estos pequeños granitos dan un aspereza a la piel muy particular, y que conforme avance la enfermedad, pueden aparecer descamaciones y llagas que se abren dando lugar a hemorragias. Esta sintomatología externa es evidente también a nivel de ciertos órganos internos como el hígado, el riñón o el corazón. Los tejidos pueden estar necrotizados, pero lo más común, aparte, es la presencia de unos gránulos blancos, resultado del tejido conjuntivo que engloba a los patógenos y que es el mecanismo de defensa que encuentran la células para combatir un patógeno que son incapaces de destruir. Secundariamente, puede aparecer: ascitis (acumulación de líquido en el abdomen), desequilibrios en la natación, inapetencia, deformaciones óseas e incluso, enflaquecimiento, especialmente en el caso de los peces jóvenes (Pemau, 2006)
Diagnóstico:
Uno de los principales problemas para diagnosticar esta enfermedad, es que sus síntomas pueden confundirse con los de otras enfermedades. Por ejemplo, los gránulos observados en los órganos internos son comunes también a la tuberculosis, de modo que es necesario un análisis histopatológico para efectuar un correcto diagnóstico (Petracini, 2006).




Tratamiento:
Acriflavina, iodina, verde malaquita, azul de metileno, sal, formalina. Aplicación como baño, tópica, o en el estanque (A.E.K, 2006). No se conoce un tratamiento realmente eficaz. De todos modos, algunos autores obtienen buenos resultados utilizando paraclorofenoxetol realizando una solución madre de 1 ml de paraclorofenoxetol en 1 litro de agua destilada, y añadir 10 ml por cada litro de agua. Se deberá añadir de forma gradual y dejarlo actuar durante 2 o 3 días. Pasado este tiempo, se procederá a hacer un cambio de agua y reanudar la medicación, después de eliminar la medicación con una filtración por carbón activo durante 24h (González, 2006). También se habla de éxito con tratamientos basados en sulfameracina a razón de 50 mg/l en acuario hospital durante 3 días. Como hemos dicho en el caso anterior, si no se observan resultados, se deberá repetir el tratamiento realizando antes el cambio parcial de agua pertinente y la eliminación de la medicación anterior con ayuda de la filtración durante 24h a través de carbón activado (Maceda y González, 2006).
Prevención:
Elegir bien los peces nuevos (sin heridas, puntos o granos, que naden sin esfuerzo, que no estén ni delgados ni obesos y que coman regularmente), mantener el agua en condiciones estables (temperatura constante y adecuada, limpiar filtros regularmente, cada 15 días, y realizar cambios de agua frecuentemente, cada 2 semanas), mantener una buena oxigenación, evitar sobrecargas del filtro para que no se pudran los residuos tóxicos procedentes de la descomposición de los alimentos y de la excreciones de los peces y evitar la superpoblación de peces, lo que aumentaría el estrés de los peces y también sus desechos (González, 2006).

BRANQUIOMICOSIS (Branchiomyces sanguinis y Branchiomyces demigrans).
Las enfermedades micóticas de las branquias son producidas generalmente por Branchiomyces sanguinis y ocasionalmente por Branchiomyces demigrans pertenecientes, como Saprolegnia y Achyla a la Clase Ficomicetes (Popoff, 2006).
 Definición:
 Es una enfermedad interna que alcanza las branquias vía sanguínea, contrariamente a lo que ocurre con la saprolegniasis. De uno u otro modo, lo que se sabe es que el género branchiomyces tiene gran afinidad por el oxígeno hecho por lo cual tiene predilección por la zona branquial (Croa, 2006). Sinonimia: Micosis vascular branquial, gill root (Croa, 2006). Epidemiología: Estadísticas más o menos actuales han demostrado que en 24 horas mueren el 95% de los peces afectados por Branchiomyces sp. En 48 horas la mortalidad llega al 100%. Como la visualización del hongo por medio de sus hifas comienza 24 horas después (Popoff, 2006).
Patogenia:
 Deterioradas las branquias se produce el doble efecto de intoxicación por CO2 y necrotización de sus órganos vitales por falta de oxígeno para la función oxido-reductora (Pecesdiscos, 2006). Signos: Inapetencia, los peces afectados tendrán dificultad respiratoria, que manifiesta con boqueo en la superficie del agua y dificultad para nadar (Croa, 2006). Síntomas: El tejido branquial aparece erosionado, necrótico, y adquiere un aspecto marmóreo, debido a fenómenos isquémicos y hemorrágicos en forma parcheada. Puede extenderse también a la superficie del pez, lo que dejara zonas desnudadas de tejido epitelial (Pemau, 2006).

Diagnóstico de laboratorio
Para efectuar un diagnóstico correcto no tenemos otro recurso que la observación visual de las branquias auxiliados con una lupa. Para ello habrá que levantar el opérculo con un objeto adecuado, sin filos ni rebabas, y observar las branquias con la lupa o un cuentahílos y auxiliados por una luz en ángulo de 45º (Pesce, 2005). Si se trata de un ataque por hongos veremos los filamentos branquiales destruidos, mostrándose como si estuvieran disueltos. Si se trata de parásitos, afortunadamente serán fáciles de distinguir de inmediato porque se adhieren a las bránquias y son bien visibles (Popoff, 2006).
Diagnóstico diferencial:
Es de fácil diagnostico ya que si fuera un ataque por parásitos estos son fáciles de detectarlos (Pemau, 2006).
Tratamiento:
 Un tratamiento efectivo es la vitamina C o limpieza de branquias con povidona yodada (Petracini, 2006). La medicación será la indicada para fungosis y cuanto antes se aplique, mayores posibilidades de curación existirán. Inmediatamente después de detectar la presencia de este hongo, el o los peces afectados deben ser trasladados a un acuario enfermería. También de inmediato se desinfectará el acuario y los peces supuestamente sanos, utilizando 1 gramo de permanganato de potasio cada 100 litros de agua en peces tropicales o el doble de ésta dosis en peces de agua fría. Esta desinfección durará 90 minutos, luego de lo cual se retiran los peces del acuario, se duplica la dosis de permanganato y tras 30 minutos se renueva totalmente el agua (Popoff, 2006). Prevención: Aislar a los recién llegados en acuarios de cuarentena, para evitar que los peces nuevos enfermos contagien a los demás, elegir bien los peces nuevos (sin heridas, puntos o granos, que naden sin esfuerzo, que no estén ni delgados ni obesos y que coman regularmente), mantener el agua en condiciones estables (temperatura constante y adecuada, limpiar filtros regularmente, cada 15 días, y realizar cambios de agua frecuentemente, cada 2 semanas), mantener una buena oxigenación, evitar sobrecargas del filtro para que no se pudran los residuos tóxicos procedentes de la descomposición de los alimentos y de las excreciones de los peces y evitar la superpoblación de peces, lo que aumentaría el estrés de los peces y también sus desechos (González, 2006).
Prevención  y control
Para el control de la enfermedad lo más recomendable es realizar estrictas medias sanitarias eliminar los peces muertos y evitar la sobrealimentación para que no queden restos de alimentos. Los estanques y acuarios en donde ha ocurrido una epizootia deberían ser lavados secados y tratados con oxido de calcio o con sulfato de cobre (2-3 KG/ha) y los peces deberán ser tratados con una solución de verde de malaquita (0.3 mg) por 12 horas o con formalina a una concentración de 15 mg/lt cuando las branquias estén muy dañadas.



       I.            CONCLUSIONES

Ø  Es de suma importancia que los biólogos acuicultores  tengan conocimientos sobre acuariología y de las principales enfermedades que se presentan en los acuarios, así como su prevención, control y tratamiento de los mismos ya que la acuariofilia está desarrollándose con mucho éxito como actividad económica.
Ø  La mayoría de las enfermedades se presentan en los acuarios y estanques  con malas condiciones (desequilibrios de mantenimiento), así como también una sobrealimentación, mala calidad de nutrientes, cuarentena para peces nuevos, también hay que tener muy en cuenta la conducta de los peces, el tamaño y el tipo de alimento (vivo o balanceado) y requerimientos físicos, químicos y biológicos.

Ø  Las enfermedades actuales se deben en parte a la no observancia de las normas oficiales y al deficiente conocimiento de los acuariófilo (importadores, saqueadores y consumidores de mascotas)


       I.            BIBLIOGRAFÍA

·         Aberiak. Enfermedades de peces, agentes patógenos. [En línea]. . . [Consulta: 11 de septiembre 2006]
·         Cuadrado, M. 2000. Agua dulce: Enfermedades. [En línea] 01 de septiembre 2006. . [Consulta: 13 de septiembre 2006].
·         Bauer, O.N, V.A. Musselius and Yu A. Strelkov. 1973 Diseases Of Pond Fishes. Isrrael Progran For Scientific  Translations. Ltd: 177.
·         Fijan, N. 1969. Systemic Mycosis In Channel Catfish. Bull. Wildl. Dis. Assoc.5: 109-110.
 Hogarus.com





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